lunes, 29 de septiembre de 2008

¿Y si probamos Sin Superpoderes?

Por el Cr. Guillermo Lo Cane. (GRACIAS!)

Desde que a Cavallo se le ocurrió que el gobierno de De la Rúa sería más fuerte si tenía Superpoderes (y el Congreso se los concedió) muy bien no nos ha ido. No nos salvamos de ninguno de los males que se abatieron por estas tierras y existe la clara sensación de que las únicas bondades que el destino nos deparó, provinieron más que nada de la iniciativa y sacrificio de los propios ciudadanos.

El término “Superpoderes” puede resultar simpático. Remite a los superhéroes de la infancia. Ellos sí que sabían utilizarlos para proteger el Bien y combatir el Mal. El hombre Araña, Batman, Flash, Acquaman, y por supuesto el más grande de todos: Surperman.

Pero en política, al menos por estos lares, de poco han servido para mejorar la vida de las personas. Es más, ni siquiera parecen tener efectividad para el propio poder ejecutivo quien recientemente ha visto cómo, el intento “superpoderoso” de imponer mediante una simple resolución un aumento de impuestos sobre determinadas exportaciones, derivó en un largo conflicto que la sabia intervención del Congreso pudo resolver. Ni siquiera le ha servido para eliminar, o por lo menos atenuar para este ejercicio fiscal, una vulgar tablita de impuestos. Y hasta la controvertida decisión de pagar la deuda con el Club de París es, cada día, más evidente que requiere de una ley. Tampoco ha resultado muy útil para impulsar firmemente el esclarecimiento de irregularidades que plantearon los sonados casos “Skanka” y “Valijagate”, ni para demostrar mayor eficiencia en medidas que tiendan a resolver las condiciones de inseguridad que aquejan al país.

Ahora el Congreso tiene la oportunidad de poner las cosas en su lugar y terminar con un elemento extraño a la democracia, que ostensiblemente debilita las instituciones como son los poderes extraordinarios concedidos al Ejecutivo y demostrar que es el único superpoderoso, porque tiene las potestades que la Constitución y el Pueblo le han otorgado. Para ello bastaría que esas potestades, que están dispersas en cada legislador, se concentren y tengan la vocación necesaria para preguntarse concienzudamente: ¿Y si probamos sin Superpoderes?

2 comentarios:

FERBEG dijo...

Hola!!
Los felicito por la iniciativa, siempre estoy presente a sus propuestas.
De echo, considero que nuestro problema es cultural y creo que entre todos tenemos que colaborar para modificarlo.
Cuenten conmigo para lo que necesiten.
Les envio mi blog para que constanten lo involucrada que estoy con este tema.

Saludos

Fernanda
http://argentinaunidos.blogspot.com/
argentinaunidos@gmail.com

Anónimo dijo...

Mi pedido electrónico es rechazado en forma automática por el sistema, no llegando, en principio a los legisladores..... !!!!!
Verifiquen, por favor, porque así no les llega.