miércoles, 18 de marzo de 2009

La supremacía de lo táctico.

Argentina vuelve a dar la nota. Con un argumento muy pobre desde lo intelectual, se anunció que se adelantarán las elecciones legislativas previstas para este año 2009. Para ello, el oficialismo recurre al procedimiento de enviar un proyecto de ley al Congreso de la Nación, que habilite esa posibilidad. Hoy es inviable, por que está vigente OTRA norma, que establece parámetros tradicionales para las fechas comiciales.

No hay dudas de que la decisión responde a intereses meramente electorales. Se ajusta a concretas necesidades tácticas. No responde a las prioridades del país, mucho menos a la institucionalidad. Ningún país del mundo, ni los más, ni los menos afectados por la crisis internacional, modificaron sus fechas eleccionarias con semejante argumento.

La institucionalidad debería seguir su camino. Las reglas que rigen a una Nación y a su funcionamiento, no pueden estar sujetas a los caprichos del poder. Mucho menos caer en la tentación de tomar como rehén al acto eleccionario para manipular su resultado.

En esto no asusta la actitud del poder. El que puede hacer uso discrecional de las decisiones, está claro que por estas latitudes, invariablemente abusa de ellas, y sobre todo, si tiene poco respeto por las instituciones republicanas y democráticas.

Para ellos la democracia es solo un medio, un simple formalismo que cumplir para lograr sus propios fines. No se trata de convicciones, ni de principios, solo de reglas que pueden ser modificadas según convenga en cada coyuntura.

Puede no sorprender la actitud del oficialismo, pero ciertos sectores que se dicen detractores del poder, que se ofrecen como alternativa y que cuestionan la ausencia de institucionalidad y de respeto por ciertos valores, han caído en el mismo juego.

Con declaraciones ambiguas, han abierto la puerta para hacer exactamente lo mismo. Ellos son especuladores del poder. Creen que la democracia es una herramienta y no un fin en si mismo. Entienden que lo de “las formas” es una cuestión irrelevante. Lo importante es su vocación por el poder, su ambición por apropiarse de todo aquello que les permite hacer prevalecer su voluntad. La República está a su merced. En tanto y en cuanto puedan manejar los hilos de un sistema cada vez mas manoseado, podrán seguir haciendo lo que deseen, los que le venga mejor, y siempre encontrarán el argumento adecuado para justificar lo que precisan, sin que siquiera les produzca vergüenza alguna.

El oficialismo tuvo una actitud inmoral, con un alto grado de desprecio por las instituciones, pero que en definitiva está alineada con su estilo de hacer las cosas. Ya no sorprende, ellos no tienen esos valores. Cualquier cosa que les permita seguir en el poder, resulta valido. Guardan ciertas formas, pero apelarán a todo lo que dispongan para hacer lo que desean. Sus caprichos son más importantes que cualquier institución.

En un país plagado de mañas, uno esperaba que la oposición reaccionara con inteligencia, pero por sobre todo con principios, con convicciones. Eso paso solo parcialmente. Un sector de la oposición reaccionó rápido y en el sentido de las instituciones. Se privó de especular con sus eventuales conveniencias. Pero otro sector, declarado como opositor, tuvo una actitud timorata, dubitativa, especulativa. Lo van a pensar, lo van a considerar y seguramente analizarán las cosas, no desde lo institucional, sino desde la conveniencia circunstancial, viendo como sacarle provecho a la situación.

Razonan de idéntica forma que nuestros gobernantes. Funcionan de modo similar. La prioridad no la tiene el país, menos aún las instituciones. Lo primordial es lo táctico, el modo de lograr el resultado esperado. Lo otro, es menor para ellos. Las normas están solo para respetarlas si convienen. Si no convienen, las reglas son parte de la negociación, pueden ser eliminadas o modificadas. No son importantes, son secundarias. Una Nación que no es capaz de sostenerse sobre sus instituciones no tiene futuro. Sus decisiones siempre estarán sujetas a los vaivenes del poder.

La crisis pone en jaque a todo el planeta. La Argentina sigue discutiendo banalidades. Los problemas domésticos nos consumen y las decisiones políticas de estas horas, lo único que hacen, es mostrar el lado mas mezquino de una clase dirigente alejada de la realidad. La sociedad se debate en torno a su creciente preocupación vinculada a la inseguridad, la inflación y el desempleo. La política ya puso en claro cuales son sus preocupaciones. Lo electoral ha tomado la delantera. Lo otro deberá esperar.

El Congreso tendrá un maratónico esfuerzo para darle lugar a los apetitos electorales del poder. Tendrá para ello, que dejar de lado el tratamiento de importantes leyes que esperaban ser consideradas. También quedarán de lado las preocupaciones de la gente. Los temas que aparecen en las encuestas como aquellos que mas angustian a la sociedad, tendrán NUEVAMENTE que esperar.

Tampoco serán parte de la agenda, cuando finalice el tratamiento de esta ley. Después de eso, se ocuparán los dirigentes de tejer alianzas, conformar listas de candidatos, reunirse para establecer estrategias, buscar consensos sectoriales y territoriales. Mucha tarea política queda por delante. La gente, nuevamente tendrá que esperar.

Alguna vez seremos prioridad. Esta vez NO. Estarán TODOS muy ocupados en lo táctico. Lo importante será pulsear, mostrar quien es más fuerte. La política se llevará el máximo de la atención de los medios de comunicación y todos estaremos presenciando el circo y el folklore local que rodea a cada compulsa electoral.

Mudarse de domicilio para ser candidato por otro distrito, postularse para un cargo que se sabe de antemano no se pretende asumir, y mucho menos concluir su mandato, renunciar a un cargo electivo actual para postularse a otro. Todo eso será parte del mismo escenario. La viveza criolla puesta al servicio de la vocación de poder. La creatividad aplicada al máximo, para saltear las normas de un sistema cada vez menos transparente. La creatividad solo se aplica para burlar normas, modificar reglas y fundamentalmente sacar el máximo provecho frente al adversario de turno.

Ese mismo ingenio no se aplica para resolver los estructurales problemas que aquejan a esta Nación desde hace décadas. Se agota la creatividad en cada esfuerzo electoral.

Pero todo esto no es privativo del oficialismo. También lo hacen con idéntico descaro la inmensa mayoría del arco político. No se precisa estar en el poder para apelar a estas patéticas argucias que no hacen más que confirmar la deteriorada imagen que la gente percibe de la política. Este escenario se vivirá también en las provincias. Allí la agenda de la gente, igualmente tendrá que esperar.

En definitiva, se vienen instancias en las que lo importante será lo electoral. Después de todo, esto solo confirma algo que se podía presumir. Vivimos en una sociedad que está gobernada por la supremacía de lo táctico.


Alberto Medina Méndez
amedinamendez@gmail.com
03783 – 15602694
Corrientes – Corrientes - Argentina

Las elecciones de K

Respecto a los Kirchner, los argentinos desmienten a la famosa medalla del amor: hoy los quieren menos que ayer y más que mañana...

Se adelantan las elecciones en los dominios de K. Esa sorprendente pareja de poder acaba de anunciar su enésimo movimiento táctico. Tomando prestado el anuncio de Mauricio Macri de hacer elecciones en Buenos Aires el 28 de junio, los Kirchner han decidido adelantar los comicios legislativos al mismo día, aprovechando para anunciar la candidatura de Néstor a la provincia de Buenos Aires, a pesar de tener el domicilio en la lejana Santa Cruz. Dicen los analistas que este tacticismo burdo es obra de Néstor, quien ejerce cargos públicos desde 1987, y lleva gobernando Argentina directamente o a través de su mujer, desde el 2003.

Cristina ya se ha aprestado a afear las elecciones, reduciendo la fiesta por excelencia de la democraciaapuras "discusiones que poco tienen que ver con los argentinos", y con esta sorprendente excusa, se apresta a forzar la legislación para poder perpetrar el adelanto. A partir de aquí, Argentina entra nuevamente en periodo electoral con unas perspectivas más abiertas que nunca. ¿Son los K de ahora los mismos que llegaron pletóricos al poder? ¿La Argentina actual goza de la bonanza de los tiempos de las mieles kirchneristas? Y, sobre todo, ¿por qué los Kirchner avanzan los comicios?

Decía Carlos Pagni en La Nación que lo hacen para frenar su caída libre de popularidad, que se deteriora día a día. Los datos son concluyentes. En febrero la imagen negativa de Cristina llegaba al 41% y supopularidad no alcanzaba el 29%. En sólo un año ha perdido un 27% de apoyo popular. Además, todas las encuestas predicen una grave derrota del oficialismo en Buenos Aires, que se uniría al traumático fracaso que ya han sufrido en Catamarca.

Si algo resulta, pues, evidente, a pesar de la retórica de Cristina, es que los K han centrado su prioridad en mantenerse en el poder, y creen que la prisa es un buen aliado, no en vano los argentinos desmienten a la famosa medalla del amor: hoy los quieren menos que ayer y más que mañana... Además, no puede olvidarse que caen en picado las exportaciones y los precios del grano, que se reduce la recaudación fiscal, y que el conflicto agropecuario continúa grave. Las perspectivas para el tercer trimestre son negras, y la incapacidad del factor K para mejorarlas es evidente. ¿Qué ha pasado, pues, con esta pareja carismática que parecía respirar los aires de una izquierda sensata, al estilo de sus vecinos uruguayos o brasileños? Ha pasado de todo, y casi todo ha sido escandaloso. Repasemos los puntos negros de esta Argentina que parece confirmar el viejo chiste sobre Franco: "Estábamos al borde del abismo, y hemos dado un paso adelante".

Lo primero, el mesianismo. El factor K se ha fundamentado en una asimilación perversa entre la república y lapersona, al puro estilo del chavismo, y con este funesto paradigma, ha coartado la libertad de expresión. La Sociedad Interamericana de Prensa considera Argentina uno de los países donde más se "dificulta el ejercicio del periodismo". Al control del pensamiento crítico se ha unido un descontrol escandaloso de los casos de corrupción, hasta el punto de que Manuel Garrido, el fiscal anticorrupción que investigaba el astronómico incremento de la fortuna de los Kirchner, ha tenido que dimitir.

En cinco años los K han multiplicado por 8 su capital, pasando de una renta de unos 647.000 dólares a casi 5.242.630 dólares, según publica el analista Ramy Wurgaft. Transparency International sitúa Argentina, respecto a la transparencia de las cuentas públicas, en el penoso puesto número 109 de 180 países analizados. Y finalmente, se ha gobernado a golpe de populismo, tildando a los agricultores (en un 70%, pequeños) de grandes terratenientes, usando a viejos conocidos del pancartismo para extorsionar la calle, y tomando decisiones autárquicas. Sus paseos de la mano de Chávez o Fidel han hecho el resto.

Argentina, ese gran país, está hoy en uno de sus momentos tristes, con una reciente bonanza económica que no ha servido para enriquecerla, una sociedad desconcertada y unos líderes desprestigiados.

En medio del desastre, elecciones. ¿Para salir del naufragio? Será más bien para no salir de la Casa Rosada.



Pilar Rahola
La Vanguardia. Barcelona.
17/03/2009

lunes, 16 de marzo de 2009

Aspectos legales del adelanto de las elecciones

La Constitución de 1994, votada por varios personajes que están en el Gobierno, sostiene en el Artículo 37ª que se "garantiza el pleno ejercicio de los derechos políticos, con arreglo a los principios de soberanía popular". Destaca la "igualdad real de oportunidades entre varones y mujeres para el acceso a cargos electivos".
El Pacto de San José de Costa Rica "garantiza el derecho de participar de los asuntos públicos"; "de votar y ser elegido", de tener acceso en "condiciones de igualdad".
La Ley 19.945, Código Electoral de la Nación, en el Artículo 25º, dispone que 180 días antes de las elecciones se hará una impresión de listas provisionales con las novedades del Registro Civil (defunciones, personas que cumplan 18 años, etc).
El Artículo 26º obliga a que estas listas o padrones sean distribuidas entre los partidos no menos de 3 meses antes del comicio.
El artículo 27º trata sobre los plazos para las observaciones y tachas de las boletas.
El Artículo 30º de la impresión de las boletas definitivas; y el 54º que deben estar concluidas no menos de 90 días antes de las elecciones.
Todos estos artículos hablan de "días", lo que hace suponer que son hábiles porque cuando la Ley quiere especificar, como en el Artículo 64º, expresa "días corridos".
La Ley 23.298, llamada de los Partidos Políticos, establece mecanismos de participación y renovación, que fundamentalmente están contenidos en las CARTAS ORGANICAS DE CADA PARTIDO.
Tratan sobre elección de autoridades, de candidatos a cargos partidarios, de elecciones internas, padrones, etc.
Resulta más que obvio que en 90 días ninguno de los plazos exigidos por las Leyes ni las Cartas Orgánicas mencionadas podrá cumplirse.
Lo que es más grave: al no cumplirse estos plazos no podrán existir elecciones internas en los partidos porque tienen plazos mínimos de 90 días (padrones, presentación de listas, plazos de alianzas, comicio, etc).
Los candidatos serán elegidos "a dedo" por los mandamás de turno. En las boletas irán varios impresentables, algunos sospechados, parientes, socios y amigos.
Esta inconsulta convocatoria anticipada en más de 10 meses obedece a la necesidad del matrimonio presidencial de preservar el poder autoritario que detentan.
Los derechos políticos Constitucionales y Legales de los ciudadanos carecen de importancia.
Sus hechos en forma permanente se contradicen con sus palabras. Basta recordar el discurso de la Señora Presidente en el Congreso (está todo bien) y comparemos con esta elección anticipada.
Es preciso oponerse a esta absurda e ilegal convocatoria a través de los partidos políticos, de las organizaciones intermedias y por cuanto medio dispongamos para no permitir esta nueva trampa.
Porque es muy probable que, al no tener ni siquiera padrones actualizados como obliga la Ley, se transforme en un nuevo intento de fraude electoral.


Guillermo Marcalain para Democracia Directa.